La cartera de propiedades es la base de cualquier negocio inmobiliario. Pero aunque es vital darle relevancia y visibilidad, no es suficiente. Esos listados de propiedades marcan el primer contacto con el potencial cliente. De ese modo, es fundamental que reúnan características que hagan que su contenido sea lo suficientemente atractivo como para que quiera dar un paso más en el proceso de ventas.

Es clave cuidar todos los detalles de los listados de propiedades. Sin embargo, a veces hay aspectos muy relevantes que se pasan por alto y restan eficacia. Basta un pequeño repaso para constatarlos y resolverlos. ¿Cuáles son los fallos más comunes? Vamos a explicarlos brevemente.

Equivocaciones habituales en los listados de propiedades

En la mayoría de las ocasiones, esos errores en los listados de propiedades se cometen de forma involuntaria y por ello es muy sencillo no tenerlos en cuenta. Por ese motivo, conviene no publicar hasta que no se haya comprobado que toda la información es correcta, en forma y también en fondo. Errores como los que vamos a ver pueden restar eficacia a los listados e incluso minar la confianza de los potenciales clientes.

No aportar una información adecuada

Para que una publicación destaque de entre las muchas publicaciones de características similares hay que esforzarse en aportar la información más idónea en cada caso. No se trata solo de ofrecer las características básicas del inmueble y su precio. Para diferenciarse hay que ir un poco más allá.

El objetivo debe ser seducir al potencial comprador, por lo que el tipo de información que se ofrece debe adecuarse a ello. Delimitar bien el nicho de población y en especial el comprador tipo al que se desea llegar dará las claves de qué otros aspectos, más allá de la información básica, se deben destacar en los listados de propiedades para responder a sus intereses.

Utilizar un lenguaje engañoso

El lenguaje es el que dará forma a buena parte del contenido de los listados de propiedades. Es un gran error utilizarlo para matizar o distorsionar la realidad, ya sea consciente o inconscientemente. Un ejemplo: mencionar que un apartamento está cerca de la playa sin especificar a cuánta distancia. Habrá potenciales clientes para los que 200 metros sea una distancia asumible y otros para los que no.

El consejo es utilizar un lenguaje sencillo, claro y explícito que refleje claramente la realidad. Evidentemente, puede ser un lenguaje elegante y sugestivo, pero sin que ello sirva para maquillar aspectos importantes. De otra forma, el potencial cliente puede acabar desconfiando y abandonar.

Incluir fotografías de baja calidad

El texto de los listados de propiedades tiene un enorme poder. Pero es la imagen la que primero llama la atención del potencial cliente y la que tiene más fuerza para empujarle a seguir adelante en el proceso de compraventa. Por eso, incluir fotografías que sean de mala calidad es un error que puede tener consecuencias fatales. Si no son atractivas, la impresión que del inmueble se transmite tampoco lo será.

Fotografías o vídeos de calidad profesional ayudan a potenciar los puntos fuertes de los inmuebles y a trasmitir una buena imagen de ellos y de la agencia. Esa impresión es la que puede empujar al potencial cliente a dar un paso más. Simplemente conviene tener en cuenta un consejo añadido: tanto el número como el orden en el caso de las fotografías también es importante. No es necesario excederse y las más atractivas siempre en primer lugar.

No tener en cuenta reparaciones necesarias

Potenciar los puntos fuertes de un inmueble no significa ocultar intencionadamente problemas o deficiencias en los listados de propiedades. Destacar un precio realmente competitivo sin informar de que la vivienda necesita reparaciones en profundidad puede resultar contraproducente y crear una impresión muy negativa en el potencial cliente.

Lo ideal es inspeccionar la propiedad y aconsejar al propietario que realice pequeñas reformas para que resulte más atractiva. Manchas de humedad en las paredes o puertas en mal estado pueden llevar a los potenciales clientes a pensar que hay un deterioro mayor en la vivienda.

Pasar por alto la puesta en escena

La primera impresión es fundamental a la hora de tomar decisiones. Por ello, es un error no cuidar la puesta en escena de los inmuebles de los listados de propiedades. Aunque la imagen sea de calidad, si lo que muestra no resulta atractivo, nunca se conseguirá el efecto deseado.

Preparar la puesta en escena significa poner muebles básicos en viviendas vacías para transmitir calidez y sensación de hogar. En el resto implica despersonalizar la decoración, retirar mobiliario superfluo para que los espacios se vean más amplios, cuidar el orden y potenciar mucho la luz. Son aspectos esenciales en el home staging.

No cuidar la redacción de los textos

Otro de los errores frecuentes en los listados de propiedades es incluir textos infinitos. Grandes bloques de texto dificultan la lectura y provocan que el potencial cliente se canse. Claridad y concisión son claves. Son más efectivas descripciones precisas que expliquen los puntos fuertes del inmueble que explicaciones interminables con mucho texto de relleno.

Pero no es la única equivocación que se puede cometer en la redacción de los contenidos de los listados de propiedades. Emplear térmicos en exceso técnicos o abreviaturas, no revisar la ortografía y descuidar el orden de la información son también errores relativamente frecuentes. Por ello, conviene leer los textos con calma antes de publicar los anuncios.

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