Nos adentramos en el siglo XXI y sabemos que Internet y las redes sociales han ocupado un espacio fundamental de nuestras vidas. La digitalización ha abierto la puerta a nuevos modos sociales y aún más claro nos lo ha dejado el paso del COVID-19, por el que el teletrabajo y la videoconferencia se han convertido en la norma en muchas empresas.
Asimismo ha sucedido en las agencias inmobiliarias, porque la era digital en el sector inmobiliario también implica la necesidad de evolucionar. Pero, ¿está el sector preparado para ese cambio necesario?
La supervivencia en la era digital en el sector inmobiliario
Los datos del último informe de The National Association of Realtors lo expresan con total claridad: el 92% de los compradores comienza la búsqueda de su nuevo hogar a través de Internet. Esto da una idea la importancia de lo que puede implicar no adaptarse adecuadamente a la era digital en el sector inmobiliario. Se trata de una cuestión de supervivencia, y como tal, debería ser una preocupación prioritaria para las agencias.
Sin embargo, no todos lo ven de ese modo, o quizá les parece un paso difícil y, por ello, lo van retrasando con la intención de encontrar el momento adecuado. Así lo demuestra el estudio sobre digitalización de las empresas españolas de Rolland Berger. Sus resultados concluyen que, si bien la gran mayoría de las empresas tienen acceso a Internet y tres cuartas partes disponen de página web propia, muy pocas emplean procesos digitales avanzados como un CRM o tienen una estrategia digital.
Esto significa que se están perdiendo nuevas oportunidades y, como se ha visto, que se encuentran en una posición mucho más vulnerable para afrontar situaciones como la vivida con el COVID-19.
Pensemos que una empresa digitalmente preparada con un CRM inmobiliario cada día optimiza sus tareas, gana tiempo y es mucho más eficaz a la hora de captar clientes, ofrecerles la mejor atención y cerrar ventas. Pero más allá de eso, una empresa así dispone de los recursos adecuados para afrontar con mayor solvencia una crisis como la que estamos viviendo.
Primero, porque toda la información, documentos y procesos de gestión, al estar organizados digitalmente, pueden adaptarse ágilmente al trabajo remoto, sin necesidad de tener que escoger entre la continuidad del negocio y la salud de los empleados.
Pero también, porque estar adaptados al medio digital significa saber encontrar en él soluciones con velocidad. Así, usar una aplicación para realizar una visita a través de videoconferencia, sacar el máximo partido de los tour virtuales o centrarse en estrategias para ganarse la confianza de futuros clientes a través de las redes sociales han sido buenas salidas ante esta situación excepcional. Y una empresa digitalmente adaptada sabe ver este tipo de oportunidades con rapidez y aplicarlas con soltura.
Evolucionar y adaptarse a la era digital en el sector inmobiliario es cada vez más una cuestión de supervivencia. Además, es una apuesta que puede ganarse con poco esfuerzo y de manera sencilla si se dan los pasos correctos. Al menos así hemos querido que sea desde Inmoenter.
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